Mano cornuta

coven

Intentar desentrañar la esencia de un fenómeno más o menos complejo ha sido y sigue siendo una de las constantes del abordaje intelectual de la realidad. En esta surte de destilería metodológica se inscribe buena parte de los trabajos sociológicos del pasado siglo. Los noventayochistas y los del catorce, Unamunos, Ortegas, Madariagas, Albornoces, D´Ors, y demás, fueron muy aficionados a aplicar al “ser de España” este tipo de especulaciones. Plumas todas ellas de alto y grácil vuelo sembraron, sin embargo, más que acierto desconcierto. Y así pasaron un tiempo hasta que el 18 de julio del 36, el pueblo de España escribió con un Mauser el ensayo definitivo sobre el tema.

Nos vamos por las ramas porque nuestro propósito tiene ahora poco que ver con  todo esto, a no ser tratar de aplicar esa misma perspectiva epistemológica a un fenómeno bien distinto que recientemente otro petalúsmista puso sobre la mesa y que no deseamos dejar que se enfríe sin antes hincarle el diente: Heavy Metal. El mencionado petalusmista nos remitía a un interesante artículo en el cual, a nuestro entender, se analizaba el asunto con acertado criterio. Dejaba no obstante algunos flecos que son los que nos  proponemos analizar ahora sin ánimo, ni tiempo, de hacerlo de forma exhaustiva. Tomaremos como modelo para nuestro ensayo el publicado en 1954 por el profesor John Kouwenhoven “Qué tiene Ámerica de americano” en el que se proponían y analizaban una serie de elementos (doce en concreto) los cuales serían netamente americanos y contendrían su esencia. La lista va desde el jazz, el buble gun, la obra de Whitman y Twain, a los rascacielos, el Ford T o el cómic. Que decir tiene, que además se establece un elemento común en todos ellos, la verdadera esencia de lo americano, a saber, la prevalencia del proceso sobre el producto resultante.  Partiendo de este punto preguntémonos entonces: ¿Qué tiene el Heavy de heavy?

El malocchino
Uno de esos flecos a los que hacíamos referencia antes es el de la llamada mano cornuta. Cuestión en apariencia menor pero que constituye no obstante uno de los motivos iconográficos más reconocibles de toda la parafernalia metalera y por tanto de interés para nuestro proposito. Aclarar cómo llega este símbolo a convertirse en seña de identidad del Heavy y cuál es su significado es sencillo y complejo. Una cosa está clara el artífice de la popularización del gesto fue Ronnie James Dio y lo hizo en 1979 durante la gira de promoción de su primer disco junto a la mítica banda pionera del rock satánico Black Sabbath, es decir en un momento relativamente tardío. Al parecer, Dio trataba de congratularse con el público del grupo al que el anterior cantante Ozzy Osborne solía saludar alzando la mano haciendo con los dedos el signo de la paz. Cuenta el propio cantante como por tratar de diferenciarse de su antecesor decidió usar el gesto que tantas veces había visto usar a su abuela italiana para ahuyentar el mal de ojo, y que ella llamaba el malocchino.

En efecto, el gesto es muy popular en los paises mediterráneos y hay quien remonta su origen a la antigua Babilonia de donde habría pasado al mundo grecorromano sin que quede claro su significado exacto, pues este más bien es una amalgama de posibilidades que dependen del contexto de uso: símbolo satánico, de burla, de desprecio o remedio contra el mal de ojo. Uno de los primeros testimonios documentados, por ejemplo, es el de la Roma Imperial donde, por burlarse algunos, recibían a los  soldados que volvían victoriosos y arrogantes de las campañas con la mano cornuta haciendo referencia así al comportamiento que durante su ausencia habían tenido sus esposas. Sea de ello lo que quiera, y volviendo al mundo del rock, conviene aclarar que no fue Dio el primero en usarlo en este contexto. Gene Simons de Kiss ha reivindicado para sí la primogenitura cornuda. La portada del álbúm Love gun de 1977  muestra a Simons poniendo los cuernos con la mano izquierda. Sin embargo, no nos queda más remedio que contradecir al deslenguado bajista pues, en este caso, y aunque sólo sea por una mera casualidad, como en tantas otras cosas, los Beatles fueron los primeros, y es que, en la portada del album Yellow Submarine de 1969, John Lennon aparece levantando el brazo sobre la cabeza de McCartney con los dedos índice y meñique extendidos en inconfundible postura. El caso es que todo se trata  de un error ya que al parecer los ilustradores trataban que la mano de Lennon formase el “I love you” del lenguaje de signos para sordos americano, idéntico a la mano cornuta pero con el pulgar también extendido. Pero ahí no acaba la cosa, pues, en realidad, el primer grupo de rock que uso el signo en un sentido claramente satánico fue la banda norteamericana, hoy completamente olvidada, Coven, cuyos miembros eran seguidores del satanista californiano Antón LaVey de quien adoptaron no sólo este gesto, sino mucha de la parafernalia satánica que luego se ha hecho tan popular en el mundo del Heavy:  pentagramas, cruces invertidas etc. La foto que encabeza este artículo es el interior de la carpeta de su primer álbum Witchcraft Destroys Minds and Reaps Souls de 1969. Su sonido, sin embargo, está muy alejado del rock duro y muy influido por la psicodelia de la época por lo que se entiende que si hoy nos acordamos de ellos sea sólo como antecedente iconográfico de unos Black Sabbath.

Por cierto, para los que os guste la serendipia aquí tenemos una estupenda: el bajista de Coven se llamaba Oz Osborne, y la canción que abre el álbum citado “Black Sabbath”.


Próxima entrega: las voces chillonas.

febrero 24, 2009. Etiquetas: , , . Preste Juan.

8 comentarios

  1. Anti D replied:

    ¡Que excelente artículito te has marcado Preste Juan!
    Fabuloso. Revisaré algunos archivos donde recuerdo se hablaba de este y otros gestos similares, como la figa, para completar, si cabe, y contrastar esta amplia información. Lo de Coven me ha sorprendido gratamente. Enhorabuena.
    (Tengo por ahí algunos articulos sobre Heavy Metal y Satanismo. Que pena haber prestado y perdido «La sangre, la muerte y el diablo» del demonólogo frances Jean Paul Bourre).

  2. petalusmismo replied:

    Sabía que te gustara. Gracias (Sobre todo por tener pacienca de leer un artículo tan largo, no todo el mundo la tiene). La verdad es que el tema es inmenso, todo un mundo, vamos que si se pone uno te acaba pasando como Frazer con la Rama… que escribes 12 volumenes.

  3. Anti D replied:

    ¡Justo pensé en «La Rama Dorada» cuando lo leí!

  4. Anti D replied:

    Además Coven son como Jefferson Airplane pasados por el filtro de Charles Manson.

  5. ramonescribe replied:

    Bueno, ya he tenido la paciencia de leerlo.

    Está muy bien el recorrido histórico que haces por el famoso gesto… pero podías haber ido un poco más al grano ¡que te ha quedado bastante barroco y hermético!

    ¿El primer párrafo hacía falta de verdad? ¿Y hablar en tercera persona? Esto último me parece muy gracioso.

    Siento ponerme en plan Rafael Reig, pero como lector te digo que me parece que el artículo es interesante pero lo sería mucho más si lo hubieses pulido más. La tijera siempre lo mejora todo.

  6. petalusmismo replied:

    El artículo está escrito en primera persona del plural, en plural de modestia, mayestático o como quieras llamarlo, pero primera persona, la tercera es en castellano: él (con acento diacrítico) / ella / ellos /ellas, con las correspondientes desinencias verbales de cada tiempo. Era parte, con esas cosas que dices que sobran, y algunas más que no mencionas, de un pretendido tono irónico. Ya veo que he fracasado.

  7. petalusmismo replied:

    Estoy deseando leer la continuación «voces chillonas» es un aspecto del heavy que me sigue alucinando

  8. Ramón replied:

    Jajajajajajaja

    Esto me pasa por ser un bocazas en primera persona.

    ¿Fracaso? Anda ya. El blog cada vez es mejor.

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